En la misma semana he dado por zanjadas dos historias que me tenían bien entretenida.
Las dos casi, casi por la tremenda, así como soy yo. La verdad es que cerrar una me ha costado más que otra, y que los motivos y circunstancias de la una y la otra no tienen nada que ver, el caso es que es así; y ya no hay vuelta atrás. Estuvo bien mientras duró.
Fruto de esta decisión surgen estos Twitts:
"Sólo cuando uno reconoce y asume que se ha equivocado puede rectificar y empezar a acertar... y a equivocarse de nuevo. #lavida #quécosas."
"Llegó #elinvierno. Toca abrigarse, cerrar puertas y ventanas, para que no entre el frío."
Sorprendida me hallo de llevarlo tan bien; será que está funcionando y sirviendo para algo el máster de Inteligencia Emocional.
Al margen de esto, estoy teniendo sensaciones raras y confusas que no me acaban de gustar, porque sé que estoy jugando con fuego y me voy a quemar, además de que mi conciencia me dice que no lo estoy haciendo bien; lo sé.