jueves, 25 de agosto de 2011

Chocolate y paciencia...

¡Qué buenísimos están los bombones!, sobre todo cuando tienes un cabreo como el que yo tengo ahora. Es que no tengo ganas más que de escribir un montón de tacos, palabrotas y expresiones mal sonantes.
Hasta los mismísimos estoy de recibir llamadas y correos electrónicos imponiendo qué hay que hacer. Por otro lado, eso mismo teníamos que hacer los demás y no preguntar ni sugerir nada; tomar una decisión, llevarla a cabo y los demás que arreen o no...
Lo que más me enferma es que ahora vamos de no sé qué, y de imprescindible y de que si no es por mí... cuando en realidad tres narices le importa... Sólo estamos a gusto si se hace lo que yo digo y como yo lo digo, lo que piensan y preparan los demás, pues no vale para nada y da igual. Para colmo no se tiene en cuenta ni lo que quiere ni lo que le gusta a la principal implicada...¡Qué paciencia Dios mío!
Pues porque mis principios me lo impiden, pero de buena gana mandaba todo a la mierda y pasaba de ir a ningún lado con nadie. Me iba de vacaciones sola por la vía rápida, hasta el día 16.
¡¡¡Asquerosa cobardía, maldita educación!!!

domingo, 21 de agosto de 2011

Historia de...una emoción.

Eso es lo que he experimentado hoy, una emoción, una enorme emoción.
Hace mucho tiempo que sabía de este proyecto. De hecho desde que tuve conocimiento de él quise participar. Volver a poner en escena una obra que había sido todo un éxito y que sin duda alguna lo volvería a ser. La verdad es que de la obra recordaba bien poco (a Juanjillo trabajando con ellos y poco más), pero la tenía fresca en la memoria porque la he leído unas cuantas veces...
El caso es que "Historia de una escalera" ha vuelto a escena en Caleruega. Mucho trabajo, muchos viajes, un poco de estrés, pero mucha ilusión. Ilusión que nos transmitían todos y cada uno de los que participaban. El elenco no podía ser otro, no me viene a la cabeza nadie que lo hiciera mejor. El grupo de voluntarios y  de trabajo, inmejorable; así da gusto trabajar. Creo que todos sabíamos que estando quienes estaban detrás no iban a defraudar.
Vaya por delante decir que yo no he estado en esta representación más que en cuatro cosas contadas en las que he podido colaborar, pero la he sentido como mía. La he sentido como mía porque ellos me han permitido sentirlo, porque no era su obra sino la obra de todo un pueblo que se siente vivo, activo, emprendedor, ilusionado e ilusionante... no se han equivocado en absoluto en la presentación...
Perdón, mil perdones a mis amigos; mejor dicho a mi cuadrilla, porque, otra vez, he sacrificado estar con ellos y disfrutar de su compañía, por estar en otras lides... Conociéndome y después de tanto tiempo sé que saben entenderlo. Sin embargo, no puedo más que dar las gracias a todos aquellos que han puesto en marcha este maravilloso proyecto. Gracias, gracias hasta la saciedad por hacernos estar callados, concentrados y disfrutando de ver cómo se hacen las cosas bien, más allá del profundo mensaje de "Historia de una escalera". ¡Qué emoción! ¡Qué satisfacción ! ¡Qué placer! ¡Qué decir de lo que he vivido y he visto estos días! ¿Será suficiente si doy otra vez las gracias? Lo dudo...


lunes, 15 de agosto de 2011

Sabina y Calamaro en Gredos.

lunes, 1 de agosto de 2011