miércoles, 1 de noviembre de 2017

Ya no...

Ya no... volveré a verte, a tocarte, a notar tu olor.
Ya no... me escribirás más, ni me llamarás, ni me echarás de menos.
Ya no... dormiré a tu lado nunca más, ni brindaré a tu salud, y la mía.
Ya no... pasearemos juntos de la mano, recorreremos caminos, subiremos laderas, atravesaremos ríos.
Ya no... habrá más cenas, más amaneceres, más tardes de sofá.
Ya no... habrá más besos, ni caricias, ni abrazos, ni te quieros susurrados, ni te quieros gritados.
Ya no... estaré más en tu casa, ni en tu sofá, ni en tu cama.
Ya no... cenaremos juntos en Lilot, ni bailaremos en Chayofa, ni cerraremos el Mitos.
Ya no... seré más tu niña, ni tu nada.
Ya no... cogeremos setas por el campo, fotografiaremos flores ni nubes.
Ya no... volveré a ir y volver con la maleta cargada de ilusiones.
Ya no... pensaré en más regalos ni sorpresas para ti.
Ya no... celebraremos nada juntos.
Ya no... tendré que mirar más el calendario y organizar mi agenda.
Ya no... esperaré más tus buenas noches, ni las conversaciones antes de dormir.
Ya no... me contarás cómo has dormido, cómo te ha ido el día.
Ya no... estaré acurrucada con tu perro, no lo sacaré de paseo, no lo tocaré más, no lo veré más.
Ya no... te daré más veces masajes, ni te haré cosquillas.
Ya no... viajaremos a ninguna parte.
Ya no... reiremos por nada, ni lloraré en tu hombro.
Ya no... habrá más 13s.
Ya no... vendrás nunca más a verme.
Ya no... te importa cómo estoy.
Ya no... soy nada para ti, ni siquiera un buen recuerdo.
Ya no...
Ya no... 
Ya no...
Ya no... 
Ya no...
Ya no... 
Ya no...
Ya no... 
Ya no...


Ya no seremos nosotros.
Ya no me quieres.