Au revoire 2009.

A pocas horas de terminar el año 2009, mientras en la tele hacen el típico-tópico repaso de lo que ha sido el año, me ha dado por hacer lo mismo.
Tampoco voy a extenderme demasiado en detalles, porque ya lo he escrito anteriormente. Sólo voy a hacer una valoración a grandes rasgos. La verdad es que de 2009 sólo se salva medio año, el otro medio mejor olvidarlo para siempre (difícil, pero se intentará).
No voy a contar por qué el año empezó de pena, diré únicamente que fue hijo de su tiempo. Un tiempo gris y revuelto donde los haya, lleno de soledad, malos entendidos, dolor, etc.
Yo confiaba en que este año iba a ser el bueno y no lo ha sido del todo. Aunque en honor a la verdad he de decir que también han pasado cosas dignas de recordar. Ha sido el año en el que mi hermana ha terminado su casa y por fin se han instalado en ella. Volví a sentir cosas que tenía olvidadas desde hace mucho tiempo, eso sí que fue mi punto de partida en el resurgir. Una historia bonita, corta y finalmente frustrada, pero intensa. A él, gracias. También se ha casado una muy buena amiga, Sevi, para ella y su marido, toda la felicidad del mundo.
No puede faltar en este resumen el acercamiento que se ha producido después de tanto tiempo. Lo he dicho mil veces, pero no está de más repetir que estamos en deuda con Aurora. (...)
Septiembre me deparó un giro en mi vida. Desde entonces, trabajo y más trabajo, y por supuesto, muchos viajes, y los que me quedan. (...)
Pero casi lo más importante es que han nacido unos preciosos niños, y alguna más que está por venir, pero eso ya será en 2010. El primero de este año ha sido Alejandro, una monada. Y para terminar 2009 Aitana, a quien conoceremos más pronto que tarde.
Pues nada, siento no poder entretenerme en poner fotos y hacer comentarios más precisos, pero es que empieza a ser hora de hacer la cena, aunque sólo sean las cinco y media de la tarde. este día es así.
En definitiva, muchas ilusiones por delante, muchos proyectos y deseos, que tal vez sean cumplidos en 2010, o tal vez no. Qui lo sa?

Anticipando la Navidad.

Estamos a una semanita de coger las vacaciones de Navidad, merecidas, este año. Vamos, que haber empezado tan tarde a trabajar ha supuesto un estrés agotador. Por este motivo, no tengo demasiadas ganas de hacer una postal de felicitación de Navidad. La pereza es tal, que en casa ni hemos puesto árbol, ni belén ni na...
No me lío más, aquí está la felicitación de este año: unos vídeos muy graciosos del YouTube.

Vaya fin de semana.

Un fin de semana como otro más. Por tonta estoy aquí en casa haciendo nada. Tanta incertidumbre y tanto meneo me tiene desconcertada, y sentada a estas horas delante del ordenador, escribiendo por no molestar a nadie. El caso es por no decir a unos que sí y a otros que no me he quedado a verlas venir. Más aburrida que una ostra y queriendo estar en otro sitio, no sé en qué sitio, pero en otro, no en casa. Parece que tengo el don de la oportunidad, si yo quiero los demás no, y si los demás quieren yo no quiero.
¡Qué difícil es acertar! ¡qué difícil me resulta encontrar mi sito!. Mira que sabía que al final me iba arrepentir de no coger los trastos y salir. Es lo que necesito, pero parece que requiero de más de mil empujones para hacerlo. Encerrarme no me vale. Entiendo que estoy en un punto distinto que los demás, pero no acabo de asumirlo y tirar para adelante. Pero, me cuesta tanto tomar distancia y emprender otro camino...
Tal vez tuviera que haber ido a esa cena, pero siempre es lo mismo, me hago mis líos y doy carpetazo antes de pillarme los dedos; luego así me va, que acabo viviendo la vida de los demás y no la mía.