Hoy me gusta la vida mucho menos... eso por no decir que hoy no me gusta la vida nada de nada, y eso que hoy brilla el sol y cantan los pájaros.
Hoy no estoy encantada de equivocarme, hoy estoy horrorizada de ello. Estoy asqueada de hacerlo una y otra vez. Estoy cansada, agotada, moralmente hundida y sin ganas de nada. No encuentro sentido a esta vida así, no consigo ver los motivos y los propósitos que me hagan seguir. Vivir así no es vivir, no es vida; es estar todo el día al borde de la angustia y la desesperación.
Y la culpa de estar así, de estar metida en este charco es mía, nada más que mía; por no parar esto a tiempo, por ser discreta y no hablar. Por hacerme la fuerte e intentar gestionar yo sola esta situación, por ser cobarde y tener miedo. Por dejarme manipular y presionar, y entrar en el juego; un juego en el que no tengo el control porque es difícil tenerlo cuando en ese juego no hay reglas; sólo artimañas y trampas.
"Hoy me gusta la vida mucho menos..." pero César Vallejo me gusta mucho más.
Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla...
Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!
Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho tiempo, siempre, siempre!