Pensamientos des-ordenados.
¿Sentiste alguna vez lo que es tener el corazón roto?
lunes, 16 de diciembre de 2019
jueves, 24 de enero de 2019
¿Bienvenido 2019?
Este año tenía clarísimo qué mensaje pondría en mi postal de Navidad o felicitación del Año Nuevo. Lo tenía muy claro porque es algo que me repito frecuentemente. Me gustaría que tuviera que ser así porque eso significaría que no todo es tan difícil, pero el caso es que así es. ¡Qué le vamos a hacer! hay a quienes las cosas no nos salen siempre bien, de corrido y a la primera. Hay quien tenemos que superar continuamente varapalos, contratiempos y jugadas del destino. El caso es que aquí seguimos, unos días con más fuerzas que otros, pero sin rendirnos nunca.
Ojalá 2019 me sorprenda para bien y mi sueños y deseos se cumplan, sin mucha dificultad, a ser posible...
viernes, 22 de diciembre de 2017
miércoles, 1 de noviembre de 2017
Ya no...
Ya no... volveré a verte, a tocarte, a notar tu olor.
Ya no... me escribirás más, ni me llamarás, ni me echarás de menos.
Ya no... dormiré a tu lado nunca más, ni brindaré a tu salud, y la mía.
Ya no... pasearemos juntos de la mano, recorreremos caminos, subiremos laderas, atravesaremos ríos.
Ya no... habrá más cenas, más amaneceres, más tardes de sofá.
Ya no... habrá más besos, ni caricias, ni abrazos, ni te quieros susurrados, ni te quieros gritados.
Ya no... estaré más en tu casa, ni en tu sofá, ni en tu cama.
Ya no... cenaremos juntos en Lilot, ni bailaremos en Chayofa, ni cerraremos el Mitos.
Ya no... seré más tu niña, ni tu nada.
Ya no... cogeremos setas por el campo, fotografiaremos flores ni nubes.
Ya no... volveré a ir y volver con la maleta cargada de ilusiones.
Ya no... pensaré en más regalos ni sorpresas para ti.
Ya no... celebraremos nada juntos.
Ya no... tendré que mirar más el calendario y organizar mi agenda.
Ya no... esperaré más tus buenas noches, ni las conversaciones antes de dormir.
Ya no... me contarás cómo has dormido, cómo te ha ido el día.
Ya no... estaré acurrucada con tu perro, no lo sacaré de paseo, no lo tocaré más, no lo veré más.
Ya no... te daré más veces masajes, ni te haré cosquillas.
Ya no... viajaremos a ninguna parte.
Ya no... reiremos por nada, ni lloraré en tu hombro.
Ya no... habrá más 13s.
Ya no... vendrás nunca más a verme.
Ya no... te importa cómo estoy.
Ya no... soy nada para ti, ni siquiera un buen recuerdo.
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no seremos nosotros.
Ya no me quieres.
Ya no... me escribirás más, ni me llamarás, ni me echarás de menos.
Ya no... dormiré a tu lado nunca más, ni brindaré a tu salud, y la mía.
Ya no... pasearemos juntos de la mano, recorreremos caminos, subiremos laderas, atravesaremos ríos.
Ya no... habrá más cenas, más amaneceres, más tardes de sofá.
Ya no... habrá más besos, ni caricias, ni abrazos, ni te quieros susurrados, ni te quieros gritados.
Ya no... estaré más en tu casa, ni en tu sofá, ni en tu cama.
Ya no... cenaremos juntos en Lilot, ni bailaremos en Chayofa, ni cerraremos el Mitos.
Ya no... seré más tu niña, ni tu nada.
Ya no... cogeremos setas por el campo, fotografiaremos flores ni nubes.
Ya no... volveré a ir y volver con la maleta cargada de ilusiones.
Ya no... pensaré en más regalos ni sorpresas para ti.
Ya no... celebraremos nada juntos.
Ya no... tendré que mirar más el calendario y organizar mi agenda.
Ya no... esperaré más tus buenas noches, ni las conversaciones antes de dormir.
Ya no... me contarás cómo has dormido, cómo te ha ido el día.
Ya no... estaré acurrucada con tu perro, no lo sacaré de paseo, no lo tocaré más, no lo veré más.
Ya no... te daré más veces masajes, ni te haré cosquillas.
Ya no... viajaremos a ninguna parte.
Ya no... reiremos por nada, ni lloraré en tu hombro.
Ya no... habrá más 13s.
Ya no... vendrás nunca más a verme.
Ya no... te importa cómo estoy.
Ya no... soy nada para ti, ni siquiera un buen recuerdo.
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no...
Ya no seremos nosotros.
Ya no me quieres.
viernes, 23 de diciembre de 2016
Regreso por Navidad
Esta va a ser la segunda y última entrada que escribo en 2016.
Casi que lo hago porque me gusta que quede como un pequeño archivo de felicitaciones de Navidad y de buenos deseos de año nuevo.
La verdad es que salvo cuatro cosillas que habría que reseñar, este año ha sido más bien un poco convulso. Estable en lo personal, asentada y caminando para adelante, pero lleno de altibajos emocionales.
Recordaré 2016 porque fue el año en el que tocó tomar posesión del Ayuntamiento de mi querida Caleruega, un papel que trato de asumir con mucho trabajo y esfuerzo, que quiero hacer bien por todos los medios, aunque a veces la intención no es suficiente.
Pero sin duda alguna no podré borrar de mi memoria que este último trimestre del año ha sido terrible, y como posiblemente no lo olvidaré nunca voy a obviar escribir sobre ello. La vida puede ser jodidamente cruel; pero como todo, el dolor acabará pasando.
Hasta 2017
miércoles, 10 de febrero de 2016
Esto sí es una carta de amor.
Resulta que hacía muchísimo tiempo que no escribía nada, nada así de seguido, de un tirón...
Ains, es que a veces el corazón manda él solito las palabras y uno no tiene más remedio que escribirlas. Pero no escribirlas por escribirlas, no dejarlas aquí sin más sino que hay que decírselas a quien corresponde. Y ese correspondiente tiene nombre y apellidos, vamos si los tiene...
Pues eso, que muchos años después, volví a escribir una carta de amor, una carta de amor con destinatario. La verdad es que esto de que el género epistolar se haya modernizado en forma de mensaje de WhatsApp tiene la ventaja de que uno puede conocer la respuesta y la reacción de manera casi inmediata, la contra es que nunca podremos sentir lo que se siente cuando uno utiliza papel y boli.
Allá va mi carta de amor:
"Yo aquí. Pensándote. recordando todos y casa uno de los momentos en los que he estado contigo. Recordando y disfrutando de largas conversaciones, de risas a mandíbula rota. Evocándote y añorando esos minutos, los instantes en los que he sentido tu presencia, las veces en las que he notado tu olor, el calor de tu cuerpo.. el frío de tus manos enlazadas a las mías.
Yo aquí. Alargando paseos y abrazos interminables. Albergando esperanzas. Recordando besos y caricias.
Yo aquí. Con el corazón descubierto. Mostrándome vulnerable. Temiendo sufrir y creyéndome valiente. Apostando el todo por el todo. Esperando a que tiempo y espacio dejen de ser distantes y nos unan. Deseando que llegue el aquí y ahora.
Yo aquí. Pensando que la vida tiene pasado pero que hay momentos de inflexión y que la vida vuelve a empezar. La mía empezó el 13 de septiembre. No sé por qué. No sé qué pudo ocurrir, No sé si eso son cosas del destino. No sé ni quiero saber los motivos. Empezó un nuevo camino. Completamente distinto de lo que nunca pensé. Extraño. Desconcertante, pero siempre ilusionante. Y por eso me siento afortunada. Y por eso doy gracias a la casualidad, al azar, a la fortuna o a los astros...vete tú a saber.
Que el camino termine donde tenga que terminar. Que la andadura dure lo que tenga que durar. Ojalá sea larga. Ojalá sea un paseo bonito. Ojalá siempre pueda ir de tu mano y nos acompañe Gorgorito.
Las cosas buenas de la vida no solo hay que sentirlas, las cosas bonitas de la vida haya que compartirlas, las cosas bonitas de la vida hay que decirlas.
Amor, ¿me dejas acompañarte en el resto del camino?"
Si hubiera releído un par de veces el mensaje tendría alguna corrección, pero así lo sentí y así lo envié.
Ains, es que a veces el corazón manda él solito las palabras y uno no tiene más remedio que escribirlas. Pero no escribirlas por escribirlas, no dejarlas aquí sin más sino que hay que decírselas a quien corresponde. Y ese correspondiente tiene nombre y apellidos, vamos si los tiene...
Pues eso, que muchos años después, volví a escribir una carta de amor, una carta de amor con destinatario. La verdad es que esto de que el género epistolar se haya modernizado en forma de mensaje de WhatsApp tiene la ventaja de que uno puede conocer la respuesta y la reacción de manera casi inmediata, la contra es que nunca podremos sentir lo que se siente cuando uno utiliza papel y boli.
Allá va mi carta de amor:
"Yo aquí. Pensándote. recordando todos y casa uno de los momentos en los que he estado contigo. Recordando y disfrutando de largas conversaciones, de risas a mandíbula rota. Evocándote y añorando esos minutos, los instantes en los que he sentido tu presencia, las veces en las que he notado tu olor, el calor de tu cuerpo.. el frío de tus manos enlazadas a las mías.
Yo aquí. Alargando paseos y abrazos interminables. Albergando esperanzas. Recordando besos y caricias.
Yo aquí. Con el corazón descubierto. Mostrándome vulnerable. Temiendo sufrir y creyéndome valiente. Apostando el todo por el todo. Esperando a que tiempo y espacio dejen de ser distantes y nos unan. Deseando que llegue el aquí y ahora.
Yo aquí. Pensando que la vida tiene pasado pero que hay momentos de inflexión y que la vida vuelve a empezar. La mía empezó el 13 de septiembre. No sé por qué. No sé qué pudo ocurrir, No sé si eso son cosas del destino. No sé ni quiero saber los motivos. Empezó un nuevo camino. Completamente distinto de lo que nunca pensé. Extraño. Desconcertante, pero siempre ilusionante. Y por eso me siento afortunada. Y por eso doy gracias a la casualidad, al azar, a la fortuna o a los astros...vete tú a saber.
Que el camino termine donde tenga que terminar. Que la andadura dure lo que tenga que durar. Ojalá sea larga. Ojalá sea un paseo bonito. Ojalá siempre pueda ir de tu mano y nos acompañe Gorgorito.
Las cosas buenas de la vida no solo hay que sentirlas, las cosas bonitas de la vida haya que compartirlas, las cosas bonitas de la vida hay que decirlas.
Amor, ¿me dejas acompañarte en el resto del camino?"
Si hubiera releído un par de veces el mensaje tendría alguna corrección, pero así lo sentí y así lo envié.
martes, 29 de diciembre de 2015
Felices fiestas y Feliz 2016
Dos diítas nada más para despedirnos de 2015.
Sólo iba a publicar la felicitación de este año, a modo de recuerdo, pero me doy cuenta de que este 2015 termina siendo un año bastante bueno en general.
Esta es mi felicitación para 2016, con una imagen y un mensaje poco navideño... en la portada, en el interior sin embargo:
" En ocasiones la vida te depara cosas maravillosas, en ocasiones la vida te regala a personas maravillosas con las que siempre puedes contar. Gracias por estar a mi lado. ¡Feliz Navidad y Feliz 2016!"
Si bien, no me puedo olvidar de que en este año ha habido de todo... como siempre: ratos buenos, momentos malos, épocas de apatía, instantes felices, etapas de incertidumbre... y es que eso es la vida, y aunque decirlo resulte obvio es mejor no olvidarlo.
A esta imagen le sigue un texto precioso que no puedo dejar de reproducir, porque fue fruto de un momento importante de este mayo.
"Ayer fue un día muy especial. Ayer terminó una etapa y dio comienzo otra; ayer fue el día en el que las cartas se pusieron sobre la mesa y se jugó la partida. Ayer quedó claro que es mejor jugar sin hacer trampas...
Un millón de gracias a todos y cada uno de vosotros por estar ahí.
Un millón de gracias a mi familia por el día a día, por estar siempre apoyándome, ayudándome en todo momento; uno es lo que es por su trabajo y por el lugar de donde viene, y yo vengo de uno muy, muy, muy bueno. Gracias, gracias, gracias, infinitas gracias mamá y papá, muchísimas gracias hermanos, gracias abuelos, gracias queridos primos y tíos.
Un millón de gracias a mis amig@s, los más cercanos y los más lejanos, los de una parte y los de otra; mis niñas y mis otras niñas... Gracias de todo corazón por tratar de entenderme y por respetarme, por saber disculpar mis ausencias, por estar cuando lo necesito. Siempre encuentro una mano tendida si hace falta, siempre responde alguien al otro lado del teléfono, siempre tengo con quien compartir las risas y los llantos. No hace falta decir cuánto os quiero.
Un millón de gracias a todos aquellos que la vida ha puesto en mi camino: alumnos, vecinos, conocidos, compañer@s de trabajo,... que me demuestran que me aprecian y me valoran. También son ya parte importante de mi vida. También son para mí necesarios, muchas veces imprescindibles.
Un millón de gracias al equipo que formamos para afrontar este reto, no podía tener mejores compañeros de viaje. Entre todos vamos a lograr todo que esperamos para nuestro pueblo.
Un millón de gracias Caleruega (Burgos).
Siempre aquí.
Lidia Arribas Delgado"
Un millón de gracias a todos y cada uno de vosotros por estar ahí.
Un millón de gracias a mi familia por el día a día, por estar siempre apoyándome, ayudándome en todo momento; uno es lo que es por su trabajo y por el lugar de donde viene, y yo vengo de uno muy, muy, muy bueno. Gracias, gracias, gracias, infinitas gracias mamá y papá, muchísimas gracias hermanos, gracias abuelos, gracias queridos primos y tíos.
Un millón de gracias a mis amig@s, los más cercanos y los más lejanos, los de una parte y los de otra; mis niñas y mis otras niñas... Gracias de todo corazón por tratar de entenderme y por respetarme, por saber disculpar mis ausencias, por estar cuando lo necesito. Siempre encuentro una mano tendida si hace falta, siempre responde alguien al otro lado del teléfono, siempre tengo con quien compartir las risas y los llantos. No hace falta decir cuánto os quiero.
Un millón de gracias a todos aquellos que la vida ha puesto en mi camino: alumnos, vecinos, conocidos, compañer@s de trabajo,... que me demuestran que me aprecian y me valoran. También son ya parte importante de mi vida. También son para mí necesarios, muchas veces imprescindibles.
Un millón de gracias al equipo que formamos para afrontar este reto, no podía tener mejores compañeros de viaje. Entre todos vamos a lograr todo que esperamos para nuestro pueblo.
Un millón de gracias Caleruega (Burgos).
Siempre aquí.
Lidia Arribas Delgado"
Después de verano todo han sido prisas y nervios porque, por fin, mi pequeño gran proyecto iba a concretarse; mi CASA. Como también dejé ya por escrito las sensaciones del momento, pues ahí van:
¡¡¡Un millón de gracias a mis acompañantes de andadura!!! Nada de esto hubiera sido posible sin el ánimo de mi familia y de mis niñas ¡siempre ahí apoyándome! Gracias a todos los que se han ilusionado con este proyecto. Un millón de gracias a mis primos de Cumabe por hacer que pareciera fácil y muchísimas gracias a ti, Marta Torralba Arribas por ser la artífice de esto, por poner todo tu esfuerzo y dedicación en ello, además en tiempo récord; gracias por ilusionarte con el reto tanto como yo.
Algún día será una realidad y todos aquellos que formáis parte mi vida tendréis un huequito en mi casa. Jajaja, algunos tendrán más hueco que otros, claro está.
Lo importante es seguir caminando, pues sigamos caminando.
— me siento maravillosamente con Marta Torralba Arribas."
Ains, pero lo que sí me queda de este 2015 es que de la manera más casual, menos esperada y más tonta posible, se cruzó en mi camino esa persona que llega para cambiar tus esquemas, para hacer que todo deje de ser como antes. Ha llegado y, ha llegado bien; de una manera tranquila, con calma, haciendo todo muy fácil. ¡Quién me lo iba a decir! Gracias por aparecer, gracias por querer complicarte la vida conmigo :)) Gracias por aportarme la estabilidad y seguridad que necesito. Gracias por querer caminar conmigo, gracias por tu mano para agarrarme, gracias por tener la puerta abierta siempre para mí. Gracias por el 13 de septiembre.
Caminando hacia 2016 con toda la ilusión y fuerza del mundo. Así sí.
Por cierto, que además he tenido la suerte de que me toque la cesta de Navidad del bar "La plaza". jijiji.
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