Me encuentro bien, física y emocionalmente bien, un poco tensa por la época (el fin de curso siempre es complicado y estresante, pero termina...) pero puedo decir que paso por una etapa, más o menos, buena.
Sin embargo ayer sentí mucho miedo, miedo como hacía tiempo que no sentía. Me vi reflejada en la piel de otra persona, vi cómo me encontraba hace un par de años. Experimente, recordé, vivifiqué qué se siente cuando la vida no tiene ningún sentido, cuando todo es cuesta arriba, cuando uno se encuentra encerrado en una espirar de dolor, de destrucción de la que no se puede salir tan fácilmente, sobre todo, porque uno no quiere salir de allí. No quiero seguir detallando sensaciones ni emociones. Hace ya mucho tiempo que tengo controlados mis ciclos de distimia; son los que son y hay que aprender a vivir con ella. Gracias a esto he aprendido que soy mucho más fuerte de lo que pensaba, a veces... Y, si no consigo superarlo, he aprendido que tengo gente a mi alrededor dispuesta a ayudarme; también he aprendido a pedir ayuda, a veces... a mi manera...
Este es un día especial en el que necesito estar fuerte y serena, activa y dinámica, sonriente y sosegada; por mi bien y por el de las personas que me rodean, que me quieren, que me necesitan. También porque hoy hace 6 años que se fue de mi lado una persona muy especial para mí, pero mientras yo lo tenga presente en mi recuerdo y en mi vida, no morirá nunca y así debe ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario