Aquí empieza una entrada que no voy a terminar hoy.
Desde ayer siento la necesidad de escribir, de escribir por no llorar. El mero hecho de ponerme a hacerlo ya me relaja y me calma esta angustia que me vuelve a aflorar en mi interior. He conseguido controlar mi ansiedad; aunque me ha costado horrores, por un momento he vencido a mi distimia.
Otro rato continúo con los motivos que me han hecho decaer de esta manera. Ahora no me apetece explayarme.
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Y aquí acaba la entrada, más que nada porque ya se me han pasado las ganas de "enfadarme".
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