Encantada de equivocarme.

Jamás pensé que fuera a escribir una entrada así o, por lo menos, motivada por una conversación que ni lo es.
Encantada de equivocarme es mi estado de Whatsapp, y es una versión del "encantada de conocerme, o de haberme conocido", como se quiera decir.
El caso es que es un estado fantástico, además de pura, purita verdad. Estar encantada de equivocarse es reconocer que no todo se hace siempre bien, que no se está siempre en lo cierto y eso es un gran paso para empezar a acertar. Es el primer paso para aprender de los errores, para solucionarlos, para rectificar y para seguir adelante.
Equivocarse, y estar encantada de ello, es fundamental (diré, en alguien como yo) para superarse, para no decaer, para tomar las riendas de las cosas y elegir otro camino, para no repetir los mismos errores.
Estar encantada de equivocarse es asumir que se vive, que se decide, que se es valiente y no se está parado esperando a que las cosas pasen. Equivocarse implica hacer y volver a hacer; unas veces bien y otras veces, de nuevo, equivocadamente. Equivocarse suma experiencias a la vida, a la existencia; por eso hay que estar encantada de equivocarse.
Yo me equivoco todos los días, varias veces al día, incluso, y espero seguir haciéndolo, eso será señal de que estoy en el camino de acertar. Me equivoco, suelo equivocarme y estoy encantada de hacerlo.