Bueno, por fin estamos en 2009. La verdad es que la fiesta de Nochevieja no fue para tirar cohetes ni mucho menos, fue de lo más aburrida que yo recuerdo; hice bien en irme a casa. El caso es que esto ya no es un grupo ni una cuadrilla ni nada, ya no somos más que conocidos que un día nos llevamos bien, pero que hoy no hacemos ni el más mínimo esfuerzo por soportarnos (y que conste que yo siempre he puesto todo de mi parte por arreglar esto porque de verdad me importa, si no me importara no estaría sufriendo...) Igual lo mejor es cortar de una vez por todas y punto; tal vez algún día lo agradezcamos porque así cada vez vamos a hacernos más daño y eso si que va a ser irreparable. El caso es que en esta Nochevieja no salió casi nadie (normal con el panorama que tenemos) y de los que salimos, pocos y mal avenidos, ¡maldito orgullo!
En nada estamos en la noche de Reyes, otra noche muy especial. Este año en casa no vamos a poner más que un par de cosillas para Víctor y a correr. No es que hayamos perdido la ilusión (que un poco sí) sino que cada año es más rollo, no hay nada que de verdad se necesite y con esta crisis no estamos para andar con detalles, es lo que hay, esperaremos a rebajas... Bueno, que me voy del tema, que yo quería hablar de la cena que vamos a hacer la noche de Reyes. Es una buena noche para juntarnos a cenar, hace muchísimo no nos reunimos. Está avisado todo el mundo pero estoy segurísima de que al final no vamos a ir más que los cuatro a los que se nos ha ocurrido preparar la cena; veremos.
Así que como no he pedido nada todavía a los Reyes, este año voy a pedir un poco de buena voluntad que es lo que nos hace falta.
2 comentarios:
A 12 horas de la cena, todavía no ha respondido nadie...por lo menos a mi. Y encima es que parece que es lo que se prefiere, que no venga nadie.
Efectivamente ocurrió lo que ya anticipé. Fuimos los cuatro de siempre y algún otro más...
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