Hoy es mi cumpleaños. No sé si a lo largo del día me cambiará el humor o no, pero de momento está siendo el más triste de mi vida. Es la primera vez que en un día así no tengo hormigueo en el estómago ni una sensación de sonrisa permanente en la cara; es más, sólo tengo ganas de llorar. Desde luego no es por los años que cumplo, sólo son 29 y estoy muy agusto con mi edad, es por el ahogo que me oprime el pecho. Es la corroboración de soledad y desazón; es mi distimia otra vez...
Lo cierto es que el cumpleaños de este año, que yo le espero bueno, todo me pinta mal. No me gusta que sea viernes porque no quiero ver a nadie. Tampoco me apetece que me llame nadie después de que he estado mucho tiempo esperando a que sonase el teléfono, la solución es no encenderlo, pero entiendo que hay gente que no tiene la culpa. Sobre todo me da una pena terrible porque es el primer año en el que no lo voy a celebrar, con la ilusión que siempre me ha hecho, aunque creo que el domingo me toca comida familiar.
En fin, pasaré el día como pueda, esperando que vaya a mejor, porque si no...
1 comentario:
Bueno, superé el día más o menos. Me entristece no sentir ni la más mínima emoción, sobre todo porque la gente que se ha portado tan bien conmigo puede sentir que soy desagradecida o que no me ilusiona nada, y desde luego no es así, pero es que no me sale más. Qué le voy a hacer, otra vez será.
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