miércoles, 12 de agosto de 2009

Idiota.

Para un día en el que me siento idiota por no haber respondido como debía. ¿En qué parra estoy?
Bueno, esta canción tenía que estar aquí de todas todas. Anda que no lloré escuchándola durante una época larga de mi pasado, de ese que sólo me acuerdo puntualmente, y del que por fin hoy me río.


5 comentarios:

Lid dijo...

Hoy también me siento idiota. Idiota por actuar tarde, y casi sin que proceda. Estoy moviéndome entre dos aguas: ahora sí, ahora no. Decídete o das un paso hacia delante y te la juegas a que salga mal, o te olvidas de una vez. Hombre, tampoco es malo ser prudente, sobre todo para no sufrir y no precipitarse creándose falsas esperanzas. Puede ser que haya entrado alguien en su vida, y yo no sea más que un estorbo, algo que pasó.

Lid dijo...

Después de la emoción de todo el día, pensando en cómo iba a ser el reencuentro, al final a quedado en nada. Me lo temía, no sé por qué tenía el pálpito de que esto pasaría. Bueno, esperaré a que esta semana nos veamos de una vez. A lo mejor, o a lo peor, me llevo el chasco del siglo. Confío en que no me vaya a estar dando largas por no mandarme a la porra.
Ay, cómo son estas cosas del corazón.

Lid dijo...

Pues me tocó esperar poco. Fue un domingo/lunes de esos de recordar. No procede contar aquí cómo fue, sólo diré que estuvo bien, el resto queda en mi memoria.
¿Qué pasará a partir de ahora?

Lid dijo...

Pues está pasando lo que me temía, que la llamada nunca se produjo. Ahora estoy que no sé como interpretarlo, me debato entre no ser pesada y no parecer indiferente. Tal vez sea una señal para que me olvide de una vez por todas de esta historia antes de sufrir, más. ¿Qué hago? ¿Por qué todo es siempre tan difícil? ?Por qué coño tengo siempre tan mala suerte? En otra vida tuve que ser mala, malísima, si no no comprendo que una y otra vez me ocurra lo mismo. Desde hace mucho, creo que incluso años, hoy he sentido ganas de llorar por alguien. Mal vamos.

Lid dijo...

Los encuentros cada vez son más fríos, más distantes. Tanto que creo que ya no somos más que meros conocidos. Lo que me fastidia es quedarme con la duda de saber qué se le pasa por la cabeza, saber si alguna vez ha pensado en mi. Me da que no demasiado, tal vez en algún momento. Bueno, en el planteamiento de vida que tiene no quepo yo, otra será, y también otro será para mi.
Me da pena, porque la historia parecía bonita. No me queda decir más que: "estuvo bien mientras duró".
De todos modos tengo que agradecer que me haya servido para salir del pozo en el que estaba, que haya aportado ilusión a mi vida. Aunque ahora me esté doliendo un poco.