El caso es que toda la tarde en el sofá me ha deparado volver a ver una película que de siempre me encanta. Me encanta porque me identifico con Melvin, no demasiado, pero un poco neurótica sí soy. Me he reído mucho, me he divertido, he recordado hasta los diálogos. Es genial la peli. Es genial Jack Nicholson, y pensar que es el Joker de Batman y el tío del Resplandor (película, que por cierto, nunca he visto, ni creo que vaya a ver, mi sensibilidad no me lo permite). Con él me pasa como con Sabina, que me encanta hasta enamorarme. No puede ser porque si fuera alguien de la calle seguro que ni me fijaría, pero tiene algo que me atrae sobremanera.
Lo que no recordaba es una frase que me ha llegado, antepongo yo: en el amor "lo mejor que tienes es tu disponibilidad para humillarte". Todos deberíamos tenerlo en cuenta, pero yo soy cobarde. No me humillo y no abro la boca para no llevarme un chasco, una desilusión y no oír lo que no quiero oír, creo, que porque ya sé la respuesta. Y si la respuesta es otra, pues yo me la pierdo por mi cobardía; cobardía que se justifica por el hecho de no sufrir, y que por otro lado no entiendo, porque para el caso yo sufro igualmente; por lo que no tengo y dejo perder. Pues nada, que aquí estoy, tomándome una litronita (restos de fiestas de agosto), fumando a lo tonto, pensando en ti y pensando en que he borrado tus teléfonos para no agobiarte y para no escuchar que no quieres saber nada de mi.
Gracias por esta película
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